
Todos, con independencia del sexo, tienen una parte femenina y otra masculina en su interior. Algo que queda representado en los arcanos mayores del tarot, donde la mitad son femeninos y la otra mitad masculinos. Los signos astrológicos también presentan esta misma relación, hay seis signos femeninos y otros tantos masculinos. Incluso en el tao una mitad es masculina y la otra femenina, con el añadido de que hay una porción pequeña masculina en la parte femenina y viceversa.